Ante muros

... Y me puse las manos encima y las amarre con cuerdas de esfuerzo, deje salir el aire que contaminaba mi interior y respire los motivos que rozaban mi alrededor.

En el silencio absoluto puedo oír conversaciones lejanas, hasta los susurros se vuelven nítidos y me gritan, me hacen ver cosas secretas que se ocultaban con cautela, esos que no comprendía claramente sin este absoluto vacío.

Vislumbro un paisaje de estrellas en el empíreo y me hace reo de sus reflejos que tiritan formando una telaraña de luces atractivas como los matices y formas del surrealismo.

… Y observo detenido aquellos reflejos lejanos y las toco con la mirada para saber si son reales o solamente son ilusiones evidentes, palmarios como los recuerdos que vienen a veces y nos hablan.

Me pongo la voluntad encima para no rendirme ante en desgano, en mi mano izquierda llevo un escudo de letras para esconderme de las flechas de la ignorancia.

Me pongo encima también las virtudes para avanzar con ventaja ante los muros, llevo a mi diestra plumas y pinceles, tinta y óleos que buscan esos momentos para atacar.

Busco esos instantes para entrar por la mirada como formas exóticas que cautivan, como los reflejos astrales que cubren el cielo nocturno y hacen que los latidos se pongan nerviosos.

Hoy dejo que duerma solo mi sueño para no cerrar mis ojos y la ventana por donde entrará la fragancia que me inspira, por donde oiré las melodías sublimes de la musa.

… Y tomarán mis manos a la voluntad y la voluntad a las virtudes, las amarraré con cuerdas de esfuerzo para avanzar con ventaja ante los muros.

Héctor Vásquez